Tiempos modernos: culto a la autenticidad, a la desnudez;
desconfianza del artificio, del ornato, del juego. Paralelamente:
tiranía de la pasión, apoteosis del sentimiento (sentimentalismo), religión del corazón; anatemización de la
racionalidad, de la ironía, de la reserva.
Guillotinamos cabezas con el
corazón en la mano.
1 comentario:
Creer que hay que elegir, cuando se puede todo.
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